Andrés guerrero
Esencia y pasión en el arte de hacer pasteles.
Para dar cierre a la primera temporada de nuestra campaña "Orígenes", Brava ha elegido a un invitado muy especial: Andrés Guerrero, un verdadero ícono de la pastelería de diseño que ha logrado conquistar no solo los paladares más exigentes, sino también los corazones de su comunidad. Originario de Calera, Zacatecas, Andrés ha construido una carrera de más de 13 años en la repostería, donde ha combinado tradición, innovación y mucha pasión para ofrecer creaciones que no solo son deliciosas, sino profundamente emotivas.
La historia de Andrés Guerrero es una de perseverancia y superación personal. Desde joven, su vida estuvo marcada por una profunda conexión con la cocina, gracias a su madre, quien le transmitió el amor por los pasteles. Para él, el olor a pastel recién horneado es más que un aroma, es un recuerdo que lo llena de felicidad. Sin embargo, su camino no fue fácil.
Decidido a seguir su pasión por la gastronomía, Andrés se inscribió en la carrera de gastronomía en la UVC. Pero la vida le tenía preparado un golpe doloroso: la enfermedad de su madre. A tan solo un año y medio de haber comenzado sus estudios, la inesperada pérdida de su madre lo obligó a tomar decisiones difíciles. Con el corazón roto y sin apoyo familiar, Andrés tuvo que buscar su propio sustento. Fue en ese momento que descubrió que los pasteles no solo eran su pasión, sino su verdadera salvación.
Con solo una estufa y los moldes que su madre había utilizado en su cocina, Andrés comenzó a experimentar y a transformar las recetas familiares en sus propias creaciones. Su vecina se convirtió en su "conejillo de indias", probando cada uno de sus experimentos. Así, a través de la prueba y error, Andrés fue perfeccionando sus habilidades y construyendo los cimientos de lo que hoy es su exitosa carrera.
Tras años de esfuerzo, Andrés vivió un cambio inesperado cuando tuvo la oportunidad de participar en un reality show que marcó un antes y un después en su carrera. La experiencia de estar bajo el ojo público no fue fácil, como él mismo lo confiesa: "El estar en el ojo público no ha sido fácil, pero agradezco todo el apoyo que he recibido de mi gente, especialmente de los niños". Sin embargo, a pesar de los retos, Andrés encontró en sus pasteles una forma de conectar profundamente con su comunidad. “Ver la cara de felicidad de un niño al recibir un pastel de mi parte es lo que realmente me llena”, comenta con una emoción palpable.
Hoy en día, Andrés Guerrero es conocido por su pastelería de diseño, "Andrés Guerrero – Cake Designer", un proyecto que le apasiona profundamente. Si bien su “Keki Bar” es un emprendimiento que lo emociona, es en su pastelería de diseño donde realmente encuentra la satisfacción de conectar con las personas, especialmente con los niños. Cada pastel que crea lleva algo de él, una parte de su alma y dedicación. "Cuando cocino un pastel, cada diseño es diferente porque cada pastel lleva algo de mí. Me apasiona ver que mis clientes no solo se llevan un pastel, se llevan algo mío y se vuelven parte de Andrés Guerrero", nos comparte con una genuina pasión.
Este enfoque, basado en la dedicación y el amor por lo que hace, ha sido clave para el éxito de Andrés, quien ha logrado construir un negocio que no solo satisface el apetito, sino que también inspira a quienes lo rodean a luchar por sus sueños.